Los mejores diseños son aquellos que cumplen su función de la manera más eficiente empleando el mínimo de recursos. Este principio, que se puede aplicar desde a un mondadientes hasta a un rascacielos de última generación, sirve también, como no para el diseño web.
Es más, habría que decir que es un axioma especialmente importante en el diseño web, dadas las peculiaridades de los usuarios de la Red: no quieren perder tiempo, quieren encontrar enseguida lo que buscan, y son los mayores enemigos de los denominados diseños “sticky”, aquellos que pretenden retenerlo en la web el máximo de tiempo posible. El internauta es celoso de su tiempo y su independencia. No intenten retenerlo contra su voluntad.
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