La manzana cumple treinta años

En abril se han cumplido treinta años del nacimiento de Apple. Fue el 1 de abril de 1976 cuando, en un garaje, Steve Jobs y Steve Wozniak se pusieron manos a la obra y crearon una empresa que revolucionó el mundo de la tecnología.

Comenzaron como otras tantas pequeñas compañías: primero vendiendo ordenadores ya montados a las tiendas, de los que hicieron cerca de doscientos y que llamaron Apple I, y desde ahí hasta consolidar una empresa que a principios de los 80 ya contaba con casi cien empleados y que hizo bastante fortuna con el lanzamiento de su Apple II Family.

Pero en 1981 uno de los cofundadores, concretamente Wozniak -de quien se dice que era el menos ambicioso de los dos- sufrió un accidente de avión del que salió gravemente herido y que le hizo replantearse su vida: decide dejar Apple y vivir del dinero conseguido.

Tras este abandono, Jobs buscó alguien con quien compartir la dirección de la empresa, que había salido recientemente a bolsa proporcionando unos suculentos beneficios a casi todos los empleados. Ese compañero fue John Sculley, hasta entonces presidente de Pepsi.

El primer gran éxito: Macintosh

Tras estas reestructuraciones llega uno de los mayores éxitos. Estamos en 1984 y Apple lleva a cabo una de las campañas publicitarias más efectivas de todos los tiempos. Rodado por Ridley Scout, el anunció se llamó precisamente así, 1984; duraba un minuto y fue emitido en la SúperBowl de ese mismo año.

El anuncio era simple: gente vestida de gris mirando una pantalla gigante en la que aparecía su líder. Una mujer, vestida con los colores del arco iris, entraba con un martillo que arrojaba a la pantalla, rompiéndola y liberando a los trabajadores.

Tras esto, pantalla negra y una frase: El próximo 24 de enero Apple lanzará su Macintosh y usted comprenderá por qué 1984 no va a ser como 1984.

El mensaje era claro: IBM, que había lanzado su IBM PC con gran éxito en el mercado, era el líder. Apple, la alternativa, el individualismo. Sin duda, su máquina Macintosh, que aunaba la potencia de Apple I y Apple II junto con la GUI -Interfaz Gráfica de Usuario- fue toda una revolución a nivel tecnológico, aunque la acusación de espionaje industrial sobrevoló el sector.

La razón de ello fue que la GUI fue ideada tras una visita a Xerox, que presentaba una interfaz gráfica en sus fotocopiadoras. Jobs comprobó que la idea era posible y se lanzó a buscar la suya. La encontraron y su resultado se pudo apreciar en el primer Mac.

Sonrisas y lágrimas

Aunque tuvo gran éxito, los colores y el adelanto que suponía este ordenador hicieron que no cuajara demasiado en EEUU, donde la gente siguió comprando PC de IBM, mucho más clásicos y aburridos.

Mientras el Gigante Azul lanzaba IBM PC, Apple hacía lo propio con el Apple III, que suponía un gran avance por integrar un disco rígido y que mejoraba a sus predecesores. Sin embargo, hubo que retirarlo porque era prácticamente inviable. Decisiones técnicas, como no incluir un ventilador, hicieron que muchas de estas máquinas no llegaran siquiera a comercializarse.

Sin embargo, a pesar del éxito conseguido, un año después Jobs dimitía de su cargo, para volver en 1997 y sacar a Apple, su gran sueño, del olvido. La revolución de Apple llegó con él y con el iMac, con vistosos colores y mucho más sencillo que el Macintosh de 1984. Tras él llegaron los siguientes éxitos: iBook o el más reciente el PowerMacG5.

Pero sin duda lo que ha terminado por situar a Apple en la cumbre y llenar las arcas de quienes trabajan en la compañía ha sido su inmersión en el mundo de la música digital. El lanzamiento de iTunes -su tienda online para descargar música legal-, junto al del iPod en 2001, son ya dos hitos históricos de una empresa que no ha parado de renovarse.

Amada y odiada

Todo lo referido ha hecho de Apple una compañía consolidada, en claro crecimiento y sobre todo innovadora. Sus productos son considerados por muchos como verdaderas obras de arte, y tiene un gran séquito de admiradores, aunque también de detractores.

En Hollywood, por ejemplo, la empresa de la manzana es adorada. En las películas, los buenos siempre llevan un Mac. Por el contrario, los malos, Windows. Sólo hay que echar un vistazo a Misión imposible.

Reinventarse ha sido sin duda la clave del auge de Apple, que nunca ha dejado de renovarse y tratar de hacernos llegar las mayores revoluciones de las nuevas tecnologías, adelantándose a su tiempo y arriesgando siempre.


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