El triángulo de las Bermudas, por qué Wanadoo da uno de los peores servicios de la historia empresarial de España, el sueldo de nuestros diputados… Son algunos misterios de la humanidad. Pero el último ha dejado de serlo gracias al celo del presidente del Congreso, Manuel Marín.
Un hombre que no parece español, empeñado en hacer trabajar de 8 a 18 horas a los parlamentarios y que ahora ha logrado que la web de la institución que dirige desbroce con total detalle lo que se llevan al bolsillo aquellos que rigen nuestros destinos -legislativamente hablando, al menos-.
En efecto, en esta página podemos saber, por ejemplo, que el propio Marín se levanta más de 13.000 euros al mes; en cambio, 3.731 euros brutos mensuales es lo que cobra un diputado que viva en Madrid.
Por cierto, que los legisladores españoles no se pueden quejar del nivel tecnológico que han alcanzado (o mejor dicho, de las dotaciones que han llegado a alcanzar en este sentido). Todos los diputados tienen tres ordenadores, uno fijo en el despacho, otro en el mismo escaño -sí, ese es el de las pilladas leyendo el As o reservando hotel para el finde- y finalmente uno portátil.
Asimismo, el presupuesto del Congreso también sirve para pagar las facturas de sus móviles. ¿A qué más de uno de ustedes se cambiaba por ellos?
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