El presidente del Sindicato Nacional de Escritores (National Writers Union) de Estados Unidos, Jonathan Tasini, vivió el lunes uno de los días más gloriosos de su vida. El Tribunal Supremo estadounidense le dio la razón en el histórico caso que le enfrentaba desde 1993 a grandes medios de comunicación del país, como el diario The New York Times o la revista Time, por la reutilización que efectúan estos medios, a través de Internet o de archivos digitales, de los artículos escritos para sus versiones impresas por los autores freelance.
Según la máxima autoridad judicial del país, los medios no pueden utilizar libremente estos artículos si no cuentan con el consentimiento de sus autores. Tasini venció a The New York Times y al resto de medios participantes en el caso por 7 votos a 2, y calificó la decisión del Tribunal Supremo de \”victoria para los creadores y los consumidores\”.
El TS dijo con mucha claridad que \”tanto los editores impresos como los electrónicos han infringido los derechos de autor de los escritores freelance\”, cuyas obras deben considerarse de forma individual y no como parte de una obra colectiva, como pretendían los medios.
A partir de ahora, si los medios quieren publicar o vender en Internet o a través de bases documentales como Lexis/Nexis los artículos escritos por los freelancers para las versiones en papel de periódicos o revistas, no tendrán más remedio que pagarles una cantidad adicional o llegar a un acuerdo previo con ellos. De lo contrario, no podrán convertir el material al formato digital.
Oferta para negociar
Poco después de conocerse la sentencia, tanto el Sindicato Nacional de Escritores como el Sindicato Internacional propusieron a la industria editorial el inicio de negociaciones para establecer un sistema \”integral y justo para compensar a los escritores freelance por la reutilización electrónica de su trabajo\”.
El principal demandante, Jonathan Tasini (el caso se llama \”Tasini versus The New York Times\”), afirmó que \”el Tribunal ha respetado el espíritu de la protección constitucional del derecho de autor, que fue redactado en beneficio de los autores individuales\”.
El caso llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos después de que en septiembre de 1999 un tribunal de apelaciones concluyera que tanto el diario The New York Times como otros medios habían vulnerado los derechos de autor al revender a través de medios electrónicos artículos escritos por freelancers sin obtener antes su consentimiento o pagarles cantidades adicionales.
La historia del caso, sin embargo, se remonta unos cuantos años más, concretamente a 1993, cuando Tasini y otros cinco escritores freelance miembros del National Writers Union (NWU) presentaron la denuncia original. En 1997 un tribunal federal de distrito dictó una sentencia favorable a los intereses de los medios, por lo que los demandantes decidieron apelar. La serie de recursos terminó ante el Tribunal Supremo, que ha dado la razón a los autores freelance.
Pasado y futuro
El Sindicato Nacional de Escritores pretende ahora dos cosas: por un lado, llegar a un acuerdo razonable con los medios afectados para solucionar los casos pendientes; por otro, establecer un mecanismo que permita compensar de forma justa a los autores freelance de ahora en adelante. De hecho, la NWU ofrece a través de su web un sistema denominado Publication Rights Clearinghouse (PRC) que permite tanto a los autores como a los medios controlar los derechos de autor de cada artículo y los pagos por su reutilización.
Este sistema está siendo utilizado, por ejemplo, en el acuerdo suscrito entre la NWU y el nodo especializado en la venta de contenidos a través de Internet Contentville.com.
Un total de 7.000 periodistas y escritores forman parte de la NWU estadounidense. El Sindicato Internacional, que ha apoyado desde el principio al sindicato demandante, cuenta con 1,3 millones de miembros en activo o retirados. Además de periodistas y escritores, esta organización está abierta a otros muchos profesionales, desde abogados hasta oficinistas, pasando por diseñadores gráficos, educadores o bibliotecarios.
Carta abierta a los medios
En una carta abierta publicada en la web de la organización y dirigida a la industria mediática del país, Tasini advierte que están preparados \”para movilizar a decenas de miles de escritores y otros creadores\” para presentar reclamaciones basadas en la decisión del Tribunal Supremo. Sin embargo, también señala que \”esa batalla no es nuestra primera opción\” y explica que \”preferiríamos llegar a acuerdos justos para resolver las enormes obligaciones que afronta la industria\”.
Tasini también aborda en esta carta una de las primeras cuestiones que se pondrán sobre la mesa a partir de ahora: la posibilidad de que miles de artículos escritos por freelancers desaparezcan de los archivos digitales si no se produce un acuerdo con los medios. \”Queremos enfatizar, una vez más, que ni la NWU ni la comunidad de escritores freelance están intentando socavar la distribución de artículos de periódicos o revistas a través de redes\”, afirma el presidente de la NWU. Y sigue: \”No hay necesidad de eliminar artículos de sus bases de datos. Queremos seguir viendo nuestro trabajo diseminado a través de los nuevos medios de manera que ustedes puedan obtener beneficios y nosotros podamos vivir dignamente\”.
Posición de The New York Times
Uno de los principales medios afectados por la decisión del Tribunal Supremo, The New York Times, publicó el mismo lunes una información en su web en la que resaltaba que el tribunal no estableció una solución concreta al caso y que ahora el pleito deberá volver al tribunal federal de distrito. Según los abogados involucrados en el litigio y citados por la autora del artículo, Linda Greenhouse, \”hay una serie de cuestiones sin solucionar que no formaban parte del caso del Tribunal Supremo y que pueden tardar meses o años en resolverse\”.
Pero el presidente de la compañía editora del rotativo neoyorquino, Arthur Sulzberger Jr., ya ha avanzado que la empresa \”abordará ahora el difícil y triste proceso de eliminar partes significativas de sus archivos electrónicos\”. Por tanto, si nadie lo remedia, se cumplirá la amenaza formulada en este sentido por los medios durante el juicio. Aunque es posible que las palabras de Sulzberger simplemente formen parte de una estrategia negociadora para no tener que desembolsar mucho dinero.
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