El mercado tecnológico japonés sufre algo que los expertos denominan “síndrome Galápagos”: allí se dan especies ultra evolucionadas de móviles, pero que no se encuentran fuera de las fronteras del país nipón, limitándose al muy competitivo mercado interno. Esta modalidad de endogamia responde a varios factores, como el desarrollo de sus propios estándares de redes inalámbricas, o el hecho de que los japoneses utilizan el móvil como un sustituto del PC. Los japoneses siempre tan suyos, o al menos diferentes…
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