Hace escasamente unos días, Ignacio Ruiz-Jarabo, Director de la Agencia Tributaria española, describía a su organización como una ONG. Algo muy distinto de lo que debe pensar Juan Pablo C.T., un gallego de 29 años que descubrió un agujero de seguridad en el Ministerio de Hacienda y que ahora se enfrenta a una pena de cárcel de entre 1 y 4 años, acusado de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
El joven gallego accedió a algunos archivos confidenciales de Hacienda y dejó un mensaje criticando la incompetencia de los responsables de su seguridad informática. Aunque aparentemente no hizo mal uso de los datos ni intentó ocultar sus pasos, olvidó un pequeño detalle que puede terminar con sus huesos en la cárcel: avisar de lo bondadoso de sus intenciones. Las autoridades investigan ahora la veracidad de su argumentación (la guardia civil bucea ya en su disco duro). Si se demuestra cierta, no sería muy inteligente para la Hacienda Pública esforzarse por hacerle un hueco en una celda. Como afirma entre sorprendido y molesto uno de los participantes en un foro en Barrapunto: \”Te montas una empresa de seguridad, les crackeas el servidor y luego te presentas con la solución, les cobras mucho y ellos encima de no meterte en la cárcel se quedan tranquilos\”. No les des ideas, no… Y es que, como saben todos los que están conectados a redes, entre ellos el California Independent System Operator (ISO), la entidad sin ánimo de lucro que controla la distribución del 75% de la energía eléctrica en el estado de California, agujeros haberlos haylos…
- En el Faro de Vigo
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