Por décimo trimestre fiscal consecutivo (ahí es nada), Lucent Technologies se ha zambullido en las pérdidas. En esta ocasión se ha dejado por el camino 2.880 millones de dólares en pérdidas netas, unos 84 centavos por acción, que aunque parezca una barbaridad, está muy por debajo de los 8.800 millones, 2,59 dólares por acción, que perdió en el mismo periodo de 2001. Lucent ya había revisado estos resultados a la baja hace pocas semanas.
Por otra parte, los ingresos se han pegado un buen batacazo respecto a 2001, aunque han superado las previsiones de los analistas. Esta empresa fabricante de equipos para telecomunicaciones ha reunido durante este trimestre 2.280 millones de dólares, cuando hace un año sumó 7.750 millones. No obstante en Wall Street calculaban que lograse 2.260 millones.
Culpando a la debilidad del mercado, Lucent calcula que en su primer trimestre fiscal (que concluye en diciembre) los ingresos caigan aproximadamente un 10%, rondando los 2.050 millones de dólares. También espera, apoyándose en conversaciones con clientes, que el segundo trimestre ya sea más propicio, con unas ventas por valor de unos 2.500 millones.
Lucent insiste en que sigue pretendiendo alcanzar el punto de equilibrio entre ingresos y gastos para el mismo trimestre del próximo año, aunque los analistas, que llevan dos años viendo decaer a la empresa, no muestran un entusiasmo excesivo con la noticia.
Se ha llegado a rumorear en ocasiones que Lucent podría entrar en bancarrota, algo que la empresa siempre ha negado tajantemente, asegurando que tiene liquidez de sobra. En esta ocasión ha vuelto a repetir que cuando acabe el próximo año fiscal contará con más de 2.000 millones de dólares en caja. A finales del pasado mes tenía unos 4.400 millones.
Aún no ha pasado un mes desde que esta compañía anunciase el despido de otros 10.000 trabajadores, para intentar ahorrar costes. Cuando todos los reajustes de plantilla terminen (se iniciaron allá por enero de 2001), Lucent habrá despedido a dos tercios de su plantilla. 661 millones de dólares perdidos durante este último periodo corresponden precisamente a costes derivados de esta reestructuración.
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