De casta le viene al galgo, dice el refrán. Y lo mismo podría decirse ahora de los emprendedores, pues investigadores de la Case Western Reserve University de Cleveland y el Imperial College de Londres han llegado a la conclusión de que la herencia genética influye en numerosas áreas relacionadas con el trabajo, desde los niveles de satisfacción a la ética laboral, pasando por los impulsos vocacionales. Así que, para bien o para mal, esos infatigables empresarios a los que las 24 horas del día se les quedan cortas para sus muchos quehaceres, y que no han terminado de arrancar un proyecto cuando ya están pensando en el siguiente, no tienen cura: llevan la creatividad en la sangre. Más
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