Según el último informe de Gartner, el menor reemplazo de ordenadores en las oficinas provocará una desaceleración en las ventas de PC para 2005. Las estimaciones son de una subida de un 9% -199 millones de unidades-, una cifra bastante inferior al crecimiento del 11,6% registrado el año pasado. Los portátiles se convertirán en el verdadero motor del mercado, ya que sus ventas serán un 17,4% superiores.
De hecho, la supervivencia de algunas compañías de este sector está en claro peligro. A finales de noviembre, Gartner ya advertía que tres de los diez primeros fabricantes de ordenadores habrán abandonado este mercado antes de 2007, incapaces de sostenerse ante las menores tasas de crecimiento y la disminución de los márgenes de beneficio.
Para el período 2006-2008, todo se augura incluso más negro: subidas anuales del 5,7% en las ventas, cuando la tasa prevista para 2003-2005 es de un 11,3%. Algunas compañías ya le han visto las orejas al lobo: IBM ha reaccionado desprendiéndose de su negocio de ordenadores, mientras que HP ha unificado sus divisiones de PC e impresoras en un desesperado intento por conseguir más rentabilidad.
El descenso del gasto de los consumidores en Europa y la desaceleración del crecimiento en los mercados asiáticos tras algunos años de bonanza están en la base de la crisis de un sector que, en cualquier caso, está acostumbrado a las recesiones periódicas.
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