Microsoft recula. En primer lugar, retrasa el lanzamiento de Windows XP, la nueva versión del sistema operativo, hasta por lo menos el próximo 29 de octubre. Y en segundo, echa para atrás su iniciativa de cobrar una suscripción a los usuarios estadounidenses que utilizaran Office XP. El anuncio se ha dado a conocer apenas un mes antes de que el producto se lance a la calle, el próximo 31 de mayo.
Según han destacado fuentes de Microsoft, la oferta de suscripción se ha cancelado y este año sólo \”estará disponible en una pocas zonas\”, que serán seleccionadas meticulosamente. Los analistas han explicado que la medida adoptada por el gigante de Redmond obedece a que la fórmula de la suscripción es positiva a la hora de atraer usuarios a largo plazo, pero no si se busca obtener clientes en un breve período de tiempo.
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