En una entrevista publicada por la revista Fortune, un representante de Microsoft alega que el kernel o núcleo del sistema operativo Linux, viola 42 de sus patentes, mientras que su interfaz de usuario y otros elementos de diseño infringen al menos 65 de ellas.
Por otra parte, openoffice.org está acusado de infringir 45 patentes más, que hay que añadir a otras 83 patentes que, según Microsoft, violan otros programas de código abierto. En total, 235 infracciones.
No está muy claro cómo pretende Microsoft proteger el uso de esas patentes, pero la compañía ha estado animando a otros gigantes tecnológicos, que hasta ahora sí se fiaban de Linux, para que lleguen a acuerdos para proteger las patentes, de la misma forma que ellos llegaron hace unos meses a un controvertido acuerdo con Novell.
Desde Microsoft advierten que sus competidores, especialmente los de fuente abierta, tienen que acatar las reglas del juego al igual que lo hace el resto de la industria; según su CEO, Steve Ballmer, “vivimos en un mundo donde respetamos y hacemos que se respete la propiedad intelectual”.
Sin embargo, teniendo en cuenta lo rápido que se ha afianzado el software libre en la industria del PC, tomar acciones legales en contra de este tipo de programas puede acabar en un complicado proceso con el que Microsoft probablemente no consiga nada.
Sólo hay que tener en cuenta a los muchos clientes que trabajan con software libre con frecuencia y a las grandes compañías, como IBM, Dell, Sun Microsystems, Hewlett-Packard, Motorola y Oracle, entre otras, que ofrecen su apoyo y trabajan de la mano de Linux.
Esta no es la primera vez que aparecen este tipo de denuncias. En 2004, un estudio elaborado por una compañía especializada en seguros contra los riesgos de usar software libre, concluyó que Linux podría violar 283 patentes en total, de las cuales 27 de ellas eran propiedad de Microsoft.
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