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RESUMEN DE LA SEMANA del 25 al 29 de junio | ||
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En los EEUU ser un monopolio nunca ha sido ilegal. A finales del siglo XIX y principios del XX los \’barones ladrones\’ del ferrocarril y la siderurgia arrasaron y después absorbieron a la competencia a sangre y fuego, utilizando para ello todo tipo de tácticas, desde las sucias a las extremadamente sucias. Gente como JP Morgan, Andrew Carnegie, John D. Rockefeller o los Vanderbilt (Cornelius y William) amontonaron riquezas nunca vistas y utilizaron sin piedad el poder que éstas les daban para apartar del camino, presionar, comprar o quebrar a sus competidores, con tal prodigalidad que en 1890 los EEUU aprobaron la Ley Sherman antimonopolio. La Ley Sherman, junto con otras y la jurisprudencia de casos como la partición de American Tobacco y de Standard Oil (1911), los juicios contra US Steel (absuelta-1920) e IBM (caso abandonado-1982) o la partición de AT&T (1983) han venido a definir más o menos qué es lo ilegal en el mundo de los gigantes empresariales. Que viene a decir que tener un monopolio en sí mismo no tiene por qué ser malo; lo malo puede ser lo que se haga con él. Si no se porta bien en los diferentes niveles de su \’ecosistema empresarial\’ de compradores, proveedores, distribuidores, intermediarios y demás, sin utilizar su poder en un nivel para aplastar a sus rivales e otro nivel, todo está bien. Microsoft jamás ha aceptado ni ser un monopolio, ni (por tanto), haber abusado de su poder de monopolio. La sentencia del Tribunal de Apelaciones que ha juzgado su caso difiere. La condena (la partición) no es correcta, pero Microsoft ES un monopolio que abusa de su poder; ese poder deberá ser recortado de alguna forma. Así que el juicio seguirá, mientras el tiempo pasa y Microsoft, según más de un crítico, sigue haciendo de las suyas. Para cuando el remedio (sin duda algún tipo de limitación judicial a las prácticas de la compañía) llegue, tal vez sea irrelevante; la llegada de Windows XP es (aún) más amenazante, en algunos sentidos, para la competencia. Y las maneras de Redmond no parece haber cambiado demasiado. Pero lo harán. Otra cosa no sería razonable, porque aunque el fallo explícitamente rechaza la partición de la empresa, también pide a gritos que un tribunal ponga límites a las depredaciones de la compañía. Además, la sentencia del tribunal de apelaciones debilita mucho las defensas de Microsoft ante las (múltiples) demandas civiles que tiene planteadas o por plantear; entre estas últimas, la latente de una querella de AOL Time Warner, propietaria del damnificado Netscape. La perspectiva preocupa tanto a Microsoft que la renuncia a la demanda por parte de AOL Time Warner era una de las exigencias para llegar a un acuerdo con ellos en las fallidas negociaciones entre ambas compañías sobre la integración de AOL 6.0 en el disco de lanzamiento de Windows XP. Las demandas civiles por daños en los EEUU pueden quebrar una empresa, con indemnizaciones punitivas que ni siquiera los 30.000 millones de dólares de reservas de Microsoft podrían abonar. La compañía ahora dice estar dispuesta a negociar; con mejor fe, tal vez, que la vez anterior. No olvidemos que una de las causas de la humanamente comprensible aunque reprobable conducta del juez Jackson fue su exasperación con una compañía que en 1994 llegó a un acuerdo con los tribunales en un caso similar para después seguir como siempre. Otras señales indican que Redmond no es del todo sordo a los usuarios.
En realidad todo lo que tiene que hacer Microsoft es madurar un poco y abrazar el \’Camino del Monopolio\’, como han hecho otras empresas. Se trata de perder la agresividad infantil (y la arrogancia) del startup paranoico, uno de los mejores rasgos de una empresa pequeña pero que un gigante empresarial con poder monopolístico tiene que perder. Como el Simurg de la fábula persa, un monopolio puede ser omnipotente tan sólo a condición de que no utilice su poder. Por eso es conocido que por ejemplo Intel, consciente de su poder monopolístico, revisa su intranet para evitar esos correos electrónicos que tanto daño hicieron en el juicio a Microsoft. Por eso los abogados de Intel revisan cuidadosamente los términos de los contratos que firman, al objeto de evitar forzar en exceso a los clientes. Por eso Intel, acusada de abuso de posición dominante en reiteradas ocasiones, no tiene tantos problemas como Microsoft. Es como la madurez: basta con asumir la nueva condición (y sus límites) para que muchos problemas se desvanezcan. Y es que cuando se piensa en la alternativa, la razón se impone. Será mejor que las Huestes de Redmond aprendan a autocontenerse, o alguien les contendrá; ojalá nos ahorren un Tercer Juicio con buen juicio. Más sobre .Net, en Baquía.com | ||
El periodismo digital gana audiencia. Cada vez hay más lectores que, bien desde sus hogares o desde sus trabajos, se han acostumbrado a leer la prensa a través de la Red. Además de ventajas como la inmediatez de las noticias de última hora, los lectores pueden contrastar la misma noticia en varios medios, y de hecho cada vez eligen más leer sus secciones favoritas en diversos medios, sin tener que adquirir una tonelada de papel. En comparación con otros medios, los periódicos no han perdido mucha audiencia a causa de Internet (todavía). Algún estudio, como el segundo informe de Content Intelligence, ya apunta tímidamente que, a medida que los internautas llevan más tiempo en Internet, cada vez consumen más información a través de la Red, que empieza a quitar protagonismo a versiones impresas de periódicos. El estudio, realizado a partir de 1.400 entrevistas a usuarios de Internet de Estados Unidos, revela que 6 de cada 10 internautas piensan aumentar el tiempo que dedican a la Red en el futuro, lo que equivale a robarlo a otras actividades, entre ellas la lectura de periódicos y revistas, a pesar de que algunos catedráticos se empeñen en no considerar la Red como medio periodístico. En España, las últimas cifras del EGM demuestran un incremento considerable de los lectores de medios digitales, de nada menos que el 94% de la edición digital durante los meses de abril y mayo en relación al año pasado, el mayor aumento de todas las cabeceras de diarios de información general. Según la OJD, el diario ABC en 1999, tenía un promedio de tirada de casi 400.000 ejemplares, cifra parecida a la de El Mundo en el 2000, que en el caso de El País llegaba a casi 600.000 para el mismo periodo. Aunque los datos no son comparables, el EGM para abril y mayo de 2001 y en digital, habla de 847.000 lectores para EL PAÍS, seguido de El Mundo, al que acceden 421.000 lectores, seguidos de los rotativos digitales Abc, con 145.000, y La Vanguardia, con 27.000. Y eso sin incluir a los lectores de fuera de España. Bastan algunos números para hacerse una idea de que el protagonismo de los medios online no ha hecho más que empezar. ¡Ay de aquél que no quiere ver! | ||
Hace pocas páginas de calendario Napster estaba en boca de 60 millones de personas, que hacían de su marca una candidata a derribar algún día la supremacía de nombres Coca Cola o MacDonald\’s. Pero gracias al martillo judicial y al denuedo con el que se automutila para contentar a la industria, se está quedando sin el único valor de la empresa: el público. La nueva versión del programa de intercambio de archivos, con tecnología para identificar las canciones mediante una representación digital del sonido, pretendía recuperar numerosos temas no sujetos a copyright bloqueados por filtros poco finos. Sin embargo, los últimos mohicanos de Napster, que comparten una media de 1,5 canciones frente a las 220 de febrero, dicen que ahora no sólo no se encuentra nada de nada, sino que encima se les cuelga la computadora. La solución para los seguidores del programa tampoco pasa por no actualizarlo: Napster desenchufará todas las antiguas versiones. De poco le servirá firmar con indies y formar parte de uno de los buques de la armada discográfica en la Red (MusicNet), lo que le aporta un fondo musical impresionante. Cuando ponga en marcha su servicio de pago la tienda ya estará vacía. Porque la transición que lleva a cabo la compañía, para pasar de programa archipopular de intercambio a sistema de pago, parece más un calvario hacia su extinción. ¿Cómo recuperará el terreno perdido? ¿Que ofrecerá a los usuarios para que retornen a su redil?… Ardua tarea pedir a los ex fieles que vuelvan para que compren música que se puede encontrar gratis por doquier. Napster se ha cargado la importantísima marca que un día creó; el valor de la empresa Napster sin usuarios tiende a cero. Como dice un analista de Webnoize, consultora que ha analizado el uso de Napster, \”reduciendo más la música disponible, Napster ha clavado otro clavo en el ataúd del servicio que los usuarios un día amaron\”. | ||
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