Rich Martell es un estudiante británico de informática, de 21 años, que en un momento de inspiración montó FitFinder, una página web en la que sus compañeros de universidad podían buscarse una cita para el fin de semana.
A las cuatro semanas de abrir, la web alcanzó los cinco millones de visitas y ya se había expandido a otras universidades llenas de estudiantes solitarios.
Después de tanto oír hablar de la historia de Facebook, y de cómo una comunidad para los estudiantes de Harvard montada en una residencia universitaria se convirtió en la idea de los (muchos) millones de dólares, se podría pensar que la historia de Martell acabó con deportivo, inversión millonaria y oficina con piscina de bolas. Pero no.
Al University College London (UCL) no le hizo nada de gracia el invento, y no sólo ha obligado al joven a cerrar la web, sino que ha multado al emprendedor con 300 libras (unos 350 euros), y se le amenazó con no entregarle su título universitario si no acataba la orden.
El argumento, no sólo del UCL sino de los otros centros que llamaron para quejarse, es que la web es una distracción innecesaria de la vida académica. Vamos, que menos andar de picos pardos y más libros. No sabemos qué pensaban que hacían sus alumnos los fines de semana.
Cerrar la página, suponemos que para sorpresa del decano, no ha hecho que los estudiantes se encierren a repasar, sino que firmen una petición en Facebook para que se reabra el servicio. De momento, 11.000 personas de 50 universidades se han apuntado.
El diario The Times, que ha ido siguiendo la historia, sugiere a la universidad que inviertan el dinero de la multa en la próxima idea del joven emprendedor.
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