Cuando llevamos el coche al taller, normalmente no nos queda otra que confiar en la honradez y profesionalidad del mecánico, pues nuestro desconocimiento del funcionamiento del vehículo nos impide saber si su valoración sobre el problema que sufre el coche (y por tanto, lo que nos va a costar arreglarlo) es o no justa.
Lo mismo sucede con el técnico que repara el PC: hay que fiarse de lo que dice, y pagar en consecuencia. Un reportaje de la cadena británica Sky News ha sacado los colores a varios talleres de reparación en Londres: inventan averías inexistentes, o (mucho peor) se apropian de datos personales que encuentran el PC. Muy feo.
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