Hace tiempo que venimos escuchando acerca de diferentes medios de pago electrónicos que nos eviten llevar el bolsillo cargado de calderilla para los pequeños gastos, lo cual no deja de ser una contradicción cuando nos encontramos en un sistema monetario en el que circulan inservibles y molestas monedas de 1, 2, y 5 céntimos… El caso es que ahora se presenta la tecnología NFC (Near Field Communication), que funciona a partir de transmisiones inalámbricas de corto alcance que facilitan el intercambio de datos entre dispositivos. Con esto podríamos pagar el billete de autobús, el periódico o la barra de pan desde nuestro teléfono móvil, o intercambiar datos almacenados en tarjetas electrónicas.
¿Triunfará? Lo veremos. De momento, sigamos acumulando inútiles monedas para soltárselas a esa cajera que odiamos en el supermercado de la esquina.
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