Los coches ya no son lo que eran, y cada vez lo serán menos. Ya no se puede presumir de que el automóvil recién adquirido tiene todas las prestaciones si a lo que se está refiriendo uno es al climatizador, la dirección asistida y los cuatro airbags. Ahora, para poder inflar pecho ante el cuñado, hay que enseñar el último sistema de navegación o como los niños pueden ver películas en DVD o jugar a la PlayStation para que no incordien durante el viaje (posible por ejemplo en la Chrysler).
Y la invasión de automóviles equipados con todo tipo de innovaciones que nada tienen que ver con la mecánica continúa. Las últimas en anunciar futuros modelos dignos del siglo XXI han sido las compañías japonesas Honda y Toyota, pero todos los fabricantes de coches andan embarcados en esta cruzada. A este paso, en los talleres habrá que contratar más informáticos que mecánicos.
Toyota, coches con motor y con Windows CE
Hace pocos días Toyota alcanzó un acuerdo junto a Microsoft para comenzar a emplear Windows CE for Automotive como parte de su nuevo servicio \”G-Book\”, que comenzará a sustituir al viejo “Monet” a partir de octubre. Con \”G-Book\” se podrá hacer prácticamente cualquier cosa sin salir del coche, desde descargar música o hacer la compra online hasta jugar, conocer la mejor ruta a casa o solicitar asistencia en carretera.
El viejo \”Monet\” y \”Onstar\” de GE
Toyota no ha facilitado en cuanto se incrementará el precio de los coches que dispongan de esta nueva prestación, pero si ha asegurado que confía en que pronto entre el 30% y el 40% de sus clientes lo suscriba. Algo que no parece descabellado si se tiene en cuenta que, siendo prudentes, se calcula que en 2006 el 33% de los automóviles estarán equipados con algún sistema de este tipo.
Fue durante el pasado mes de enero cuando el coloso de Redmond hizo pública su alianza con Accenture para desarrollar soluciones avanzadas para el sector Microsoft de la automoción. De esta alianza nace Windows CE for Automotive, en el que ya están involucrados 5 fabricantes de coches con 12 modelos distintos de vehículos. De hecho, el pasado mes de marzo BMW ya presentó un coche equipado con este producto de Microsoft.
BMW con Windows CE
Honda InterNavi Premium Club
Pero no sólo Toyota insiste en dotar de los últimos adelantos tecnológicos a sus vehículos. Recientemente, la (también japonesa) compañía Honda hizo público que sus nuevos coches incluirán (si así lo desea el comprador) el sistema de navegación accionado por voz InterNavi Premium Club. Comenzará a verse este otoño en el Honda Accord Sedan y carecerá de cuotas durante los tres primeros años.
BMW con Windows CE
Un Honda Accord Sedan |
La segunda compañía de automoción nipona está convencida de que en 2004 el 30% de sus automóviles (excluyendo los de gama más baja pensados para ciudad), incluirán este servicio.
Por el momento, únicamente los japoneses podrán disfrutar tanto de Internavi como de “G-book”, pero si la cosa marcha bien en el país del sol naciente, pronto los europeos y estadounidenses podrán acceder a este tipo de vehículos.
Ford se despide de Think
Y mientras unos llegan, otros se retiran. Ford ha anunciado esta semana el desmantelamiento de su innovadora división de vehículos eléctricos Think. El fabricante estadounidense de automóviles esgrime la escasa demanda (apenas ha vendido más de 1.000 unidades de cada modelo en un año) que ha cosechado este tipo de automóviles pensados para recorrer distancias cortas en ciudad.
Por cierto, que Ford ya disolvió el pasado mes de junio el proyecto Wingcast en el que estaba embarcada junto a Qualcomm para desarrollar un sistema de navegación que pudiera competir con “OnStar” de GE.
Ford, además de un par de motos eléctricas, fabricaba dos modelos, uno llamado Think City, que recuerda levemente a un nuevo mini con dos plazas, con una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora y una autonomía unos 85 kilómetros tras una carga de 6 horas, y otro más parecido a un carrito de golf llamado Think Neighbor, que alcanza la friolera de 48 kilómetros por hora, tiene una autonomía de 40 kilómetros y cuesta unos 7.500 dólares.
Think City y Think Neighbor
Think llegó a manos de Ford en 1999, entonces era una discreta empresa noruega llamada Pivco Industries que le costó 23 millones de dólares. Desde entonces, además de rebautizarla, había invertido en ella otros 100 millones. Ahora ha decidido dejar de fabricar estos utilitarios antes de que concluya el presente año.
No es la primera vez que un proyecto de coches eléctricos fracasa, ya hace años General Motors se gastó unos 1.000 millones en un coche de este tipo que acabó en el olvido. El problema, según los expertos, es el elevado coste (similar al de coches pequeños convencionales por culpa de sus costosas baterías) de unos vehículos con ciertos inconvenientes, como su escasa velocidad y el tiempo que necesitan estar cargando las pilas.
Su esperanza radica en que determinadas administraciones decidan promover el uso de vehículos no contaminantes en las grandes ciudades, pero aún así, como ha dicho Ford al finiquitar Think, la clave del problema es que no parece que vaya a acabar siendo un transporte de masas.
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