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Los ladrones de datos emplean el phishing para pescar información personal mediante el correo electrónico. Este deporte de riesgo, con gran calado en España, confía en la ingeniería social
y la candidez del internauta, que debe prestar una buena dosis de colaboración para ser estafado. En su variante menos sutil, pide el número de tarjeta y otros datos secretos directamente por email; la técnica más elaborada emplea un enlace que manda a una página tan parecida a la de un banco como completamente falsa. Para combatirlo basta despertar: ¿le pediría su banco la contraseña por email? (Pruebe su pericia anti-phishing en este test de MailFrontier).
Pero ahora resulta que los profesionales del delito electrónico también se han metido en el torneo de pesca masiva de datos. Si el phishing (pesca con anzuelo) tenía un alcance limitado —un ataque puntual, contra un único servicio bancario y un usuario desprevenido—, el pharming (pesca con redes de enmalle y de enredo) puede cobrarse buenas piezas. Esta técnica consiste en la “manipulación de la resolución de nombres en Internet (DNS), llevada a cabo por algún
código malicioso que se ha introducido en el equipo”. Es decir, una suerte de virus alterará la relación entre el número IP y la dirección de Internet que colocamos en el navegador, de modo que cada vez que accedamos al banco nos conducirá a la página que le dé la gana (que será igual que la del banco y donde meteremos alegremente nuestro nombre de usuario y contraseña).
Si a la ingeniería social del phishing se la puede combatir con un poco de prudencia y algo de sentido común, para librarnos de las perversas triquiñuelas del pharming no queda otra que confiar en la eficacia de un software (antivirus), capaz de detectar e inutilizar los parásitos que nos quieren robar la cartera. >> Leer
2.- ISO para la seguridad
La “seguridad gestionada” ha desbancado a la “seguridad informática”. Las medidas que ahora toman las empresas se mueven dentro del concepto de gestión de la seguridad de la información, que abarca el campo técnico pero también el legal y organizativo. Las empresas precisan de directrices y criterio que les permitan afrontar de manera eficaz la seguridad de los sistemas de información, algo que se puede conseguir gracias a normas como la UNE/ISO/IEC 17999, un “código de buenas prácticas para gestionar la seguridad de la información
de una organización, garantizando la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información que maneja”. Aceptando de partida que la seguridad absoluta no existe, al menos podemos adoptar determinados estándares que certifican que cumplimos las normas de calidad en la protección de la información. El artículo explica el origen y los requisitos para obtener dicha certificación. >> Leer
3.- Bebés seguros para padres high-tech
<!–Bebés seguros para padres high-tech–>
Recarga automática de pilas, mayor distancia operativa, micrófono de alta calidad, luz tenue para tranquilizar al bebé en las noches… El Vigilabebés de Philips parece pensado para padres arrepentidos, o realmente ocupados: se puede programar para que telefonee hasta cinco números cuando el niño emita algún sonido. Y el interlocutor disponible puede tranquilizar al bebé a distancia, en lugar de molestarse en ir a arroparle o darle el chupete caído. Un bebé espabilado podría montar una buena programando el aparato… >> Leer
Aunque no esté pensado exactamente para controlar a los niños, el Freedom Keepsafe también se puede emplear para que las criaturas no se nos despisten. Se trata de un dispositivo con dos componentes, “madre” e “hijo”; el primero se lleva en el bolsillo y el segundo se acopla al gadget
que queremos proteger —que, por qué no, puede ser el retoño—. Si el hijo se separa más de seis metros de la madre, ésta dará la voz de alarma. Para gadgets que son como hijos (o viceversa). >> Leer
4.- Skype en todas partes
El mercado nos ofrece diversos cacharros para acabar con las limitaciones e incomodidades de la telefonía IP. Además de teléfonos para usar Skype, existen dispositivos como el Dual VoIP de Rimax con el que el teléfono fijo sirve para llamar a través de Skype (a un PC con Skype gratis, o a fijos y móviles con tarifa de Skype); basta pulsar el asterisco antes del número para saltar de la red telefónica a la IP. Más sofisticado, el router inalámbrico Thomson adds VoIP crea una centralita para que todos los PCs y teléfonos llamen a través de Skype y ahorren una pasta. >> Leer
5.- El futuro sobre ruedas
Los prototipos de coches anuncian un futuro que a veces llega y otras no; pero siempre sirven para dejarnos con cara de asombro. Si el Toyota PM llega al mercado, en las calles habrá un coche de… revolucionario diseño que “se ajusta como un guante”: la cabina se mueve sobre el chasis y la distancia de la ruedas a éste también es variable en función de las necesidades. Un coche-robot transformer cuyo problema es que al cambiar de aspecto no seamos capaces de reconocerlo. >> Leer
6.- En la Red
A la SGAE le crecen los enanos
A los partidos de izquierda (IU y BNG), las asociaciones de consumidores, internautas e ingenieros informáticos, el Consejo General de la Abogacía y la gente en general, se ha unido ahora el Partido Popular para parar los pies a la Sociedad General de Autores. El partido conservador propone modificar la Ley de Propiedad Intelectual para evitar que se castigue con un canon a los programas de ordenador, equipos informáticos, conexiones a Internet, CDs y DVDs , porque lo único que consigue es “alejarnos de esa universalización y democratización de las nuevas tecnologías que nuestro país debe tener como meta prioritaria” y “ralentizar nuestro despegue hacia la sociedad del conocimiento”. Olé por el PePé.
La SGAE cree que la iniciativa popular no tiene ninguna posibilidad de prosperar, pues no cuenta con el apoyo del resto de grupos parlamentarios y “levantaría en armas a todo el sector” (¿a cuál?). A pesar de ello, a la sociedad de gestión le ha entrado el canguelo, tal ha sido su rebote: “Inexplicable, descabellada, no meditada… lo que debería preocupar a los políticos es la aplicación de la ley vigente, la erradicación de un fenómeno tan grave como la piratería física y digital”, en lugar de desproteger el derecho de autor. Pero mientras a la SGAE le dicen desde varios frentes que eso de robar a la gente de a pie está feo, medita nuevos impuestos sobre discos duros, módems y hasta líneas ADSL, navegando a toda vela contracorriente. Y se prepara para hacer caja: además de resarcirse por las pérdidas ocasionadas por la piratería, obtendrá cinco millones de euros de beneficios con el canon contra el CD y DVD. ¡Basta ya!
La rebelión de los músicos, por Mercè Molist
Sobre las contradicciones y miserias del copyright, relato traducido por Focoblog
Cuando la SGAE despertó, la tecnología todavía estaba allí, en Escolar.net
¿Son los bloggers periodistas?
¿Son los bomberos aficionados al flamenco? Pues unos sí y otros no. Esa parece ser la respuesta más acertada a la pregunta del titular, en el candelero desde hace tiempo y de nuevo en la picota tras la denuncia de Apple contra tres weblogs. A la empresa de la manzana le molesta que revelen sus secretos antes de que lo haga ella, y se ha ido a por Apple Insider, Think Secret y PowerPage por irse de la lengua. ¿Y qué dice el juez? Pues que los bloggers deberán revelar sus fuentes (esos empleados desleales a los que persigue Apple) pues no están protegidos como los periodistas, aunque no se mete en el espinoso asunto periodismo vs. blogs al sentenciar que nadie tiene derecho a publicar secretos comerciales a los que sólo tiene acceso quien infringe la ley: “Los privilegios del periodista no son absolutos”, dice el juez. Aunque es difícil quitarle la razón, no zanja en absoluto una cuestión que viene del clásico “¿quién es periodista?” y que ahora se mezcla con “¿tiene un blogger
los mismos derechos legales y obligaciones que un periodista profesional?” Los periodistas online siguen quejándose de su condición de profesionales de segunda fila, a los que no quieren acreditar (¿será que no se lo curran?), y los bloggers se aferran a la independencia debatiendo sobre Ética blogosférica para poder preservarla.
Es evidente que hay de todo en la blogosfera; periodistas que escriben blogs y gente que cuenta historias sin ninguna pretensión. Lo que está claro es que algunos han abierto una vía alternativa para informar, una guerra de guerrillas contra los medios tradicionales anquilosados y vendidos a los intereses empresariales, aunque se hayan apuntado a la moda. Hacen ruido y empiezan a influir y hacer daño. Uno de los bloggers (¿periodista?) más notorios, Cory Doctorow, ha visto como los Bloggies Awards reconocían a su Boing Boing como el mejor blog del año (por segundo año consecutivo). Quizá algún día un blogger gane el Pulitzer.
Periodistas y bloggers: licencia para informar, en Mangas Verdes
Ni bloggers ni amordazados, en Libertad Digital
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