¿Sabían ustedes que cada hogar alemán debe pagar 17 euros al mes en concepto de impuestos por ver la televisión? Pues sí, ese dinero se destina a financiar a las cadenas públicas nacionales, a algunas locales y a las emisoras de radio estatales. En España algo así nos sonaría a esquilmar al contribuyente (especialmente si se tiene en cuenta la calidad de los contenidos de la televisión pública, cada vez menos distante del paupérrimo nivel general, y el hecho de que también incluyen publicidad, igual que las privadas), pero se trata de una medida habitual en varios países europeos; en Suiza y los países nórdicos la tasa a abonar es incluso más alta que en Alemania.
Pues bien, por si eso no fuera suficiente, los alemanes van a tener que pagar otros 5,5 euros al mespor cada aparato conectado a Internet, con la excusa de que se trata de una variante para acceder a los mismos contenidos. Así, un hogar con un PC y un teléfono 3G tendrá que soltar 28 euros de impuestos al mes. Casi nada. Deseamos al menos a los sufridos germanos que disfruten de algo de calidad en sus televisiones públicas, ya que se la cobran a precio de oro.
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