Hace tiempo que vengo diciendo que Internet se reinventa cada seis meses, pero la capacidad del individuo, y especialmente de las organizaciones, para absorber dichas mejoras va infinitamente mas lenta. Hoy leo un articulo de hace apenas unos días sobre la Web 3.0: From the Information Age to the Connected Age, escrito por Anne Zelenka, y no puedo más que discrepar rotundamente sobre su visión.
Desde mi punto de vista, el artículo confunde el concepto de información con el de conocimiento; da un nuevo valor conceptual a la era web y lo confunde con la era de la conexión y las redes sociales. Pero vayamos por partes, pues hay dos conceptos desde mi punto de vista equívocos.
El primero, lo que para mí es el mayor desafío pendiente de las TI: pasar de la gestión de la información a la gestión del conocimiento. Hay tan pocos casos en los que podamos decir que una aplicación informática aporta más valor que la simple clasificación, búsqueda, consulta o modificación de información, y que podamos afirmar que dicha aplicación nos aporta conocimiento y verdadero valor, que dar por cerrada la era del conocimiento me deja perplejo.
En segundo lugar, restringir el concepto de \”conectado\” o \”trabajador web\” a una nueva \”Web 3.0\” es como confundir el continente con el contenido. Desde que apareció Internet podemos decir que entramos en la verdadera era de la conectividad, del universo conectado. Con la Web y el ADSL podríamos decir que se universalizó el acceso a la información y los datos. Pero aún quedan muchos desafíos que alcanzar con la tecnología que tenemos. Incluso con la Web 2.0 se introdujo el fenómeno social en el universo de la información. Pero si el futuro de la Web 3.0 es el de detenernos en la denominada \”Conected Age\”, casi que me salto esta nueva \”release\”.
Dentro de lo que hoy en día podríamos denominar Internet 2, queda mucho por andar. Aunque casi toda la tecnología está ya inventada, debe madurar y convertirse en soluciones de mercado, en aplicaciones reales al mundo real. Y queda un reto muy importante: el verdadero salto cualitativo está en el XML y en sus futuras versiones, lo que permite la externalización de los procesos de negocio/ocio de las empresas/individuos y en la adaptación a los múltiples agentes (stakeholders) que en ellos confluyen e intervienen. Y eso de por sí es un gran reto, sin olvidar la seguridad de los mismos.
¿Cuándo veremos aplicaciones dentro de una empresa que se conecten automáticamente con la Agencia Tributaria, u operaciones bancarias sofisticadas que me permitan gestionar mis fondos o los de las empresas? Aún queda por trabajar el paso de la era de la información a la del conocimiento. Aún queda por dotar de conocimiento a la información, y la Web Semántica es un primer paso hacia lo que para mí será la Web 3.0, donde habrá nuevas aplicaciones, mas interactivas, no siempre web, más interconectadas y más sociales-empresariales; no sólo conectará personas, como dice el artículo de Zelenka, sino procesos y valor.
Y espero que surjan hasta nuevos sistemas operativos más sencillos y eficaces, orientados más a la gestión del conocimiento y menos a la gestión del sistema, más a las soluciones y a los resultados que a la automatización de los procesos. En banca, por ejemplo, no hemos pasado más que por la era del autoservicio: ahora hacemos lo mismo que antes en la oficina, pero lo hacemos nosotros mismos (un chollo para el banco, que además nos cobra por las operaciones); y el ERP más extendido en la empresa, como bien dice un amigo mío, es la hoja de cálculo. ¿Cuántos casos conocemos en los que el empleado crea sus propias hojas de cálculo para su día a día y luego vuelca al sistema lo que no le queda mas remedio? (siempre que alguien se lo exija, claro está). Lo que crea reinos de taifas de la información, y mucho más del conocimiento.
De verdad que espero que cuando alguien interprete las definiciones de Web 3.0 consulte otras fuentes, y sobre todo consulte W3.org, donde se \”cocina\” el verdadero futuro de las aplicaciones WWW.
La era del conocimiento, mucho me temo que aún esta por llegar, y requiere de cambios profundos en la forma de diseñar nuestras TI.
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