Gracias al incombustible Joaquín, veo este artilugio ideado por Pdd, una consultora inglesa dedicada a asesorar sobre el diseño e innovación de productos. Snif, que así han llamado al invento, es un parche que se adhiere al cuerpo y que mediante una combinación de sensores de ambiente y temperatura, va dispensando el perfume según las condiciones detectadas.
Ante cualquier cambio, la emisión de aroma aumenta o se detiene.
Sin ninguna duda el concepto es impactante. Pero creo que en la vida real, resulta una verdadera molestia.
Y me pregunto dónde colocarlo, si con los cientos de parches multifunción, ya no habrá un centímetro de piel al descubierto.
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