Un día cualquiera un usuario enciende su ordenador, arranca Windows, inicia Firefox (o, en su defecto, IE u Opera), abre varias ventanas mientras espera que se carguen y mira pacientemente la pantalla en busca de la información que necesita. De repente, un estruendo sale de los altavoces de su ordenador y, sin saber muy bien como, nuestro usuario se encuentra mirando rápidamente todas las ventanas para descubrir de dónde viene ese sonido inesperado.
Así funciona más o menos la publicidad que incluye audio, sonidos que normalmente están a un volumen demasiado alto y que suelen incomodar prácticamente a todo el mundo. No es extraño, por tanto, que los internautas que se ven envueltos en esta situación cierren rápidamente la ventana desde la que sale el sonido, ya que no están interesados en escuchar nada.
Ahora, un estudio de Constant Click ha confirmado lo que ya todos sabíamos: los anuncios con sonido son muy poco efectivos, ya que asustan a los usuarios y éstos cierran rápidamente las ventanas donde están publicados.
Los anunciantes deberían pensar más de dos veces antes de utilizar este sistema de publicidad; más que nada, para no asustar a sus clientes potenciales.
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