Aunque muchos no lo crean, la Agenda de Lisboa no se trata de ningún librito comprado en un todo a cien luso, sino que se trata de un acuerdo entre los países de la Unión Europea para convertir su economía en una más competitiva, centrándose sobre todo en las nuevas tecnologías. Pero, para variar, España vuelve a situarse a la cola en el desarrollo de sus compromisos y parece que no conseguirá los objetivos marcados para 2010.
Y es que da la sensación de que aquí el término tecnología es casi desconocido, Internet sigue sin crecer y los usuarios no tienen acceso a todos los medios que necesitarían. En el ranking europeo de la Sociedad de la Información, nuestro país ha caído hasta el vigésimo lugar, por detrás de otras naciones como Eslovaquia, Lituania, Letonia o la República Checa.
Ni el Plan Avanza ni otras iniciativas similares han conseguido reducir la brecha digital existente en nuestra sociedad, y la situación es algo preocupante. Sobre todo en lo que respecta al uso de las TIC, donde aún tenemos unas tasas demasiado pobres.
Quizá sea el momento de plantearse seriamente la situación, e intentar poner soluciones que sean eficaces realmente con los usuarios. Aunque siempre parece haber temas más importantes que el desarrollo tecnológico.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs