Hasta hace un tiempo, cualquier que poseyera una vena creativa se encontraba con casi infranqueables murallas si pretendía dar a conocer su talento al resto de la Humanidad. ¿Qué editorial iba a publicar una novela a un Don Nadie, qué galería de arte iba a exponer su obra pictórica, qué cadena de televisión iba a mostrar su programa? Ninguna. Pero ahora, gracias a Internet, todos tenemos a nuestra disposición una serie de recursos para dar rienda suelta a la creatividad, sin necesidad de tener un agente, ni que nos conozcan más allá de nuestro vecindario. Aplicaciones como Lulu (libros), Vox (videoblogging) o Spike (vídeo) hacen posible que cualquier pueda soñar con dejar de ser un Juan Nadie.
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