Tras el terrorismo de Sony, las zancadillas de Coldplay

Mientras Sony intenta cerrar con acuerdos los litigios por su impresentable protección anticopia, el grupo Coldplay no aprende de tantos errores protagonizados por ilustres predecesores -como la propia Sony- y se dedica a poner zancadillas a sus seguidores en su último trabajo.

Seguro que recuerdan el caso Sony: varios CD de la discográfica intentaban evitar la piratería con una tecnología que hacía a los ordenadores más vulnerables ante todo tipo de ataques.

La empresa recibió varias denuncias colectivas en EEUU y ha negociado con doce demandantes, que ahora anuncian que han alcanzado un principio de acuerdo que será presentado el viernes a un juez federal de Nueva York.

La Electronic Frontier Foundation se personó como cusación en estos litigios y ha informado de que el acuerdo brindará ventajas significativas a quienes compraron los discos que Sony había equipado con el software contra la piratería.

Sony queda por tanto obligada a sustituir todos los discos defectuosos por otros que no incorporen la tecnología XCP. Además, deberá proporcionar las herramientas de software necesarias para retirar de los ordenadores afectados la tecnología dañina que instalaron sus discos.

Quienes compraron los susodichos CD tendrán derecho a recibir 7,50 dólares y a la posibilidad de descargar de forma gratuita a través de Internet un álbum completo de una lista de 200 títulos. Si no quieren el dinero, se les ofrecerán tres discos completos en lugar de uno.

Pero el principio de acuerdo no afecta a la demanda interpuesta en noviembre contra Sony por el fiscal general del estado de Texas (EEUU), que acusó a la discográfica de violar las leyes estatales sobre comercio al esconder programas espía en sus discos.

Pues bien, pese a tan sonado precedente (aunque hay bastantes más), algunos no terminan de aprender. Con el comienzo del año se han conocido nuevos casos de protecciones anticopia a todas luces excesivas, porque limitan el uso que pueden hacer del producto que adquieren.

Un claro ejemplo de ello es el último trabajo del grupo Coldplay, llamado X&Y. Quienes lo adquieran en algunas partes del mundo descubrirán tras abrirlo un mensaje que señala que el disco no funcionará en algunos reproductores y casos especiales.

Pero la lista de posibles problemas es más extensa de lo normal, pues especifica que no funcionará en reproductores de CD capaces de transformar las canciones que incluye en MP3, reproductores con características de grabador de discos, reproductores para coches con GPS o que puedan grabar en disco duro, algunos reproductores portátiles, algunos reproductores de DVD, algunos reproductores de CD, algunas consolas de vídeojuegos… Ciertamente increíble.

La discográfica Virgin Records explica que, aunque algunas canciones pueden escucharse con Windows, no quiere decir que el disco pueda escucharse en cualquier PC; de forma explícita se dice que no funcionará, por ejemplo, en los ordenadores Macintosh. La lista de excepciones concluye afirmando que \”excepto por problemas de fabricación, no se aceptarán cambios o devoluciones del producto\”.

Algunos usuarios intentan que la banda condene estos sistemas antipiratería. Uno de ellos es el responsable del blog VoidStar: \”Hola, soy Julian, de Reino Unido, y quería preguntaros que pensáis del DRM y la protección anticopia de vuestro nuevo CD. Tenéis una gran oportunidad de cambiar el sistema. ¿Por qué no hacer algo respecto a lo que vuestros seguidores tanto odian? Decidle a vuestra discográfica que abandone el DRM\”.


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