Dos secretarias de uno de los principales despachos de abogados de Sydney (Australia) han sido despedidas después de que un intercambio de e-mails circulara por todo el distrito financiero y legal de la ciudad. Todo comenzó por un sandwich de jamón desaparecido. Katrina Nugent mandó un correo a sus colegas de oficina preguntando si alguien había cogido su almuerzo.
Según la secretaria, el día anterior había puesto en la nevera su sandwich y algunas rebanadas de queso, pero aquella mañana ya no estaban allí. Y, dado que no tenía dinero para comprar más comida, solicitaba que se le reintegraran las viandas.
Melinda Bird, una compañera, le replicó rápidamente y, haciéndose eco del malestar del resto de oficinistas por haberse convertido todos en sospechosos, remitió un correo a Nugent señalando que lo más probable es que hubiera dejado el almuerzo en otra planta del inmueble.
A partir de ahí comenzó una acalorada correspondencia electrónica con veladas acusaciones de todo tipo. Nugent llegó a decir que Bird era incapaz de conseguir novio. Los colegas decidieron entonces enviar los e-mails a las firmas rivales, y el asunto se convirtió enseguida en la comidilla de todos los empleados de Westpac, Deloitte, Macquarie Bank y JP Morgan.
Gary Bird, padre de Melinda, ya está buscando asesoramiento jurídico para tratar de paliar los efectos de un incidente que ha ido demasiado lejos. Pero un portavoz del despacho Allens Arthur Robinson se apresuró a recordar que el correo electrónico es una herramienta de trabajo, al tiempo que manifestó que aún no sabía si el almuerzo fue robado o no.
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