Una internauta de EEUU, cansada de pop-ups, pop-unders y demás incómodas ventanas publicitarias, busca adictos a su causa para demandar a las compañías que las emplean. Hablamos de Tammy Kendrick, que no solamente está harta de que le salten en su pantalla todo tipo de anuncios invasivos, sino que además ha elaborado un interesante miniestudio al respecto.
Concretamente, se dedicó a calcular cierto día el tiempo que utilizaba en clausurar pop-ups y su equivalente en coste económico. Una vez que hubo obtenido el resultado apetecido, remitió una factura a una compañía publicitaria de Internet pidiéndole la cantidad que había calculado, pero no le contestaron.
Pero, lejos de amilanarse o desanimarse, continuó con su lucha contra estas fórmulas publicitarias y lanzó Banpopupads.com, una web en la que, según nos cuenta, este tipo de anuncios cuestan un promedio de 160 dólares anuales a cada internauta por el tiempo dedicado a cerrar las ventanas. Cantidad bastante respetable, desde luego.
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