Reconozcámoslo: nos hemos habituado a utilizar el messenger, los blogs, los lectores de RSS, las redes sociales y alguna que otra herramienta de participación o colaboración online, pero los wikis siguen siendo cosa de raritos. Sí, todos consultamos la Wikipedia, pero ¿a cuántas personas conoce que hayan editado una entrada? Probablemente pocas. Por no hablar de otras “pedias” de uso mucho más marginal…
Y no será porque los wikis no son una herramienta útil. Como explica Isabel Fernández en este artículo, hay muchos motivos para apreciarlos: son seguros, son una potente herramienta de organización, y permiten una estructura de contenidos muy superior a otros formatos. Eso sí, no son fáciles de usar, y perdura mucha desconocimiento en torno a su manejo. Pero vale la pena darles al menos una oportunidad.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs