Apple ha presentado una demanda contra su fabricante de chips Qualcomm. Lo acusa de retener un pago de mil millones de dólares (935 millones de euros) y por el cobro excesivo de sus semiconductores, apoyando la idea de que la empresa realiza prácticas anticompetitivas.
La compañía de Cupertino no es la única que afirma que Qualcomm realiza una competencia desleal. En el mes de diciembre, la Comisión de Comercio Justo de Corea del Sur sancionó a la compañía estadounidense con una multa de 853 millones de dólares (828 millones de euros) por tener una posición dominante. Por estos días, la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos también ha acusado a Qualcomm por acudir a prácticas ilegales para mantener su monopolio.
Apple asegura que Qualcomm está reteniendo el pago, debido a que la compañía de Tim Cook decidió cooperar con el gobierno surcoreano y gracias a eso se impuso la millonaria multa. La cifra adeudada corresponde al descuento por el uso de patentes y tarifas de licencias en tecnología móvil.
“Qualcomm construyó su negocio con estándares antiguos y heredados, donde buscan reforzar su dominio a través de tácticas de exclusión y royalties excesivos”, expresa la compañía de Cupertino. “A pesar de que Apple es sólo una de las más de doce compañías que contribuyen a los estándares básicos de telefonía móvil, Qualcomm insiste en cobrarnos al menos cinco veces más que todos los otros licenciatarios de patentes con los que tenemos acuerdos combinados”.
Por su parte, Qualcomm se ha mostrado disgustada con Apple por haber colaborado con el gobierno surcoreano y por “violar” los acuerdos que tenían ambas compañías. Por eso ha afirmado que pagará el dinero que se exige sólo si Apple se retracta y cambia su declaración ante las autoridades competentes de Corea del Sur.
“Apple ha estado promoviendo activamente ataques regulatorios contra los negocios de Qualcomm en varias jurisdicciones de todo el mundo, como se refleja en la reciente decisión de la KFTC y en la queja de la FTC, por tergiversar los hechos y retener información”, ha asegurado Don Rosenberg, vicepresidente ejecutivo y consejero general de Qualcomm en un comunicado de prensa, donde además exige un riguroso seguimiento a Apple y a sus acusaciones.
Son tiempos complidados para la relación de Qualcomm con Apple. La demanda puede hacer que otras compañías se suban al carro y apoyen la premisa de los de Cupertino. Además, la Unión Europea y el gobierno de Taiwán siguen muy de cerca el caso por si tuvieran que intervenir en un futuro en contra del fabricante de chips.
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