La Paris Games Week de Sony no terminó de enamorar a todos sus seguidores, que esperaban una firme respuesta sobre la ausencia de la compañía japonesa de la pasada Gamescom de Colonia. Sin embargo, salvo un par de títulos, nada de lo mostrado en su conferencia sirvió para levantar expectación. De hecho, muchos momentos consiguieron dormir prácticamente al personal.
Ofreció, eso sí, fechas de lanzamiento de varios de sus títulos más esperados: Street Fighter V y No Man\’s Sky (16 de febrero y junio de 2016, respectivamente), aunque en el caso del juego independiente todavía podría sufrir más de un retraso. Además, los aficionados a los títulos de Quantic Dream se llevaron una alegría al conocer el desarrollo de Detroit: Become Human, una nueva aventura emocional digna del estudio y de su polémico creador David Cage.
Mucho protagonismo de la conferencia se lo llevó la realidad virtual, que intenta por todos los medios hacerse un hueco dentro del mundo de los videojuegos. Algo que no es nuevo precisamente. PlayStation VR es la apuesta de la compañía en la realidad virtual, y no escatimó en títulos para sus gafas. La táctica de Sony tampoco parece demasiado novedosa, puesto que es prácticamente la misma que utilizó Microsoft con su fallido Kinect, que tan solo valió para incrementar el precio de venta de Xbox One, y que ahora adorna la estantería de muchos aquellos que se hicieron con la consola de inicio. Porque otra utilizad no tiene.
Otra novedad fue Gran Turismo Sport, la primera entrega de la saga de conducción de Polyphony Digital en PlayStation 4. Ya han avisado que no será Gran Turismo 7, pero al menos dejará vivir un título de carreras auténtico en la máquina nipona. También tendrá compatibilidad con PlayStation VR.
Salvo Detroit: Become Human y Gran Turismo Sport nada de lo mostrado ayer disculpa a Sony de su ausencia en la Gamescom, a pesar de la cercanía entre la feria alemana y la edición del E3. Además se nos ocurre otra pregunta: ¿por qué ha sido en París y no en Madrid? La Madrid Games Week se celebró hace unas semanas, y la capital madrileña podría haber sido la anfitriona de este evento internacional, lo que le hubiera servido para afianzar la feria anual. O nadie pensó en ello o no se luchó lo suficiente. Lo que está claro es que Sony España ha perdido una oportunidad de oro para que de una vez por todas se tenga en cuenta a nuestro país dentro del mundo de los videojuegos de manera mundial.
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