En 2014, más del 25 por ciento de los compradores de vehículos priorizaron la conectividad de su coche a internet por encima de las características más habituales como el motor o la eficiencia en gasto de combustible. Así lo aseguraba un estudio de la firma McKinsey & Company, pero no acaba aquí, según Gartner, en los próximos cinco años, más de 250 millones de vehículos tendrán este tipo de conectividad. Y esto, por supuesto hace aparecer múltiples maneras de monetizar estos servicios.
Plataformas de información sobre el tráfico o de aparcamiento, como Parclick, de la que hablamos semanas atrás, se volverán indispensables en el futuro de los vehículos conectados. Desde este verano, una de las mayores empresas tecnológicas de Estados Unidos, Verizon, ya ofrece a sus clientes un servicio que notifica a servicios sanitarios y de emergencias cuando el vehículo sufre un accidente, diagnóstico del sistema y un localizador en caso de sustracción del citado vehículo.
Pero el potencial de estos servicios no queda únicamente en lo que puedan ofrecer para el propio vehículo, sino qué puede llegar a ofrecer una experiencia completa el usuario. Mercedes-Benz está empezando a introducir en sus nuevos modelos un sistema que sincronizado a un hogar inteligente puede mandar una señal que encienda la calefacción o suba las persianas cuando se esté a punto de llegar al domicilio.
Para finalizar, se estima que en los próximos años, dos serán las grandes tendencias en la utilización de esta conectividad. La primera, la compartición de vehículos, de la que gracias a estos servicios, podremos conocer su disponibilidad al momento. Según las predicciones de ABI Research, en 2030, más de 650 millones de personas en todo el mundo utilizarán estos servicios para realizar sus desplazamientos.
El año pasado, Citroen ya introdujo una nueva manera de pago por la utilización del vehículo, que en el futuro más cercano se extenderá a muchas otras compañías de automoción. Los clientes podrán adquirir sus propios vehículos, pero el pago lo harán mensualmente y en función del uso que realmente le han dado.
Todas estas posibilidades, en su buena parte, aún predicciones, son algunas de las que quizás veamos en el coche que podría estar desarrollando Apple y del que ya hablamos en el día de ayer.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
La Comision Europea destinará más de 300 millones de euros en proyectos de blockchain en los próximos dos años
-
Los empleados invierten sus propios recursos para desarrollar sus capacidades digitales