“Estas antenas deberán transmitir energía, y es probable que se abra de nuevo el debate de sus efectos en la salud”, augura uno de los investigadores de WINE.
Expertos del grupo de investigación Wireless Networks Research Group (WINE) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) advierten de que la tecnología 5G que se implantará en los próximos años hará inevitable aumentar el número de antenas instaladas en el mundo.
Coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, los profesores reclaman públicamente a los gobiernos europeos una regulación que se adapte a la tecnología actual y a las necesidades futuras de los usuarios, informa EFE.
Se prevé que la quinta generación de redes móviles, las 5G, comience a entrar en operación a partir de 2018, en estado de prueba, un proceso que multiplicará por mil la capacidad de transmisión actual.
Según explica el investigador del WINE, Ferrán Adelantado, “la evolución de la tecnología de las comunicaciones móviles da respuestas técnicas a las perspectivas de crecimiento futuro del tráfico de datos”.
“Una de las soluciones inevitables será la densificación de la red de acceso, con el despliegue de muchas más antenas”.
Pese a que los efectos de las antenas móviles sobre la salud de las personas sigue generando un intenso debate entre los expertos, es un asunto que tiene desde hace años cierta trascendencia social.
El investigador de la UOC apunta a que las nuevas antenas 5G “no serán como las que conocemos hoy en día, sino que serán ‘small cells’ (pequeñas células), mucho más pequeñas y discretas, que transmiten mucha menos potencia y que están mucho más cerca del usuario al encontrarse a una altura más baja”.
Si bien desde WIRE dejan el debate abierto, sin querer posicionarse, indicando que “estas antenas deberán transmitir energía” por lo que es probable que se abra de nuevo el debate de sus efectos en la salud”.
Una conexión para el IoT
La tecnología 5G –actualmente la conexión opera con 4G LTE– está llamada a revolucionar las redes por completo. Los expertos predicen que en este futuro próximo, la comunicación de voz será residual ya que un buen porcentaje de las conexiones serán entre dispositivos, como sensores o electrodomésticos, predominado la comunicación entre máquinas.
“Es una tendencia al alza. Los coches o electrodomésticos cada vez tendrán más conectividad”, ha afirmado Xavier Vilajosana, investigador principal del WINE, que pide a los países que hagan mejoras en la regulación.
“A pesar de que las agencias nacionales que regulan el espectro radioeléctrico se rigen por los tratados internacionales, tienen la potestad de definir aspectos como la potencia máxima transmitida por lo que es importante que las regulaciones nacionales, algunas son de los años noventa, sean homogéneas entre países”, concluye el experto.
Noticias relacionadas
-
Apple elige a Volkswagen para dar el salto a la conducción autónoma
-
Amazon ayuda a sus empleados a avanzar en sus carreras soñadas
-
Google Assistant se hace más humano