Hace unos días, LG retiró del mercado el LG Watch Urbane Edtion 2nd Edition LTE, su último smartwatch, sin revelar los motivos que llevaron a la compañía a tomar esta drástica decisión. Aludieron tan solo a un problema de hardware.
Hoy podemos leer en The Telegraph el fallo que ha motivado la retirada del reloj: la calidad de la imagen. “Durante la agresiva prueba realizada, miles de horas en condiciones severas, se reveló que el componente no cumplía con los estándares de calidad de LG y potencialmente podría afectar a la calidad de imagen del dispositivo durante su vida útil”.
LG confirmó al diario que había un componente interno del smartwatch que podía afectar a la calidad de imagen. En concreto, podría resultar en lo que se conoce como burn-in, un efecto que ocurre cuando una imagen estática permanece en pantalla durante un largo periodo de tiempo, y termina mostrando una imagen fantasma en la misma. Es poco frecuente que ocurra en los terminales con pantalla LED como los implementados por LG, pero dada la urgencia con la que han retirado los smartwatch puestos a la venta hace escasos días, todo apunta a que se trata de ese problema.
LG ha vuelto a asegurar que no se trata de problemas de seguridad que puedan afectar a la salud de los usuarios después del revuelo causado con la cancelación de la venta del LG Watch Urbane 2nd Edition LTE.
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