La pequeña NES ha caído en manos de los piratas. Un grupo de hackers japoneses y rusos han descubierto la forma de entrar al sistema de la consola especial de Nintendo y ha logrado añadir juegos que no se encuentran en la configuración inicial y oficial.
El método para piratear la consola no requiere conocimientos de electrónica. No es necesario abrir la máquina ni realizar un proceso complejo en el hardware. Todo se realiza mediante software, como indica la página web Ars Technica. Para ello es necesario grabar una partida a Super Mario Bros. y conectar la NES Mini a un ordenador a través de un cable USB.
No obstante, aunque a priori parezca sencillo, el procedimiento puede ser bastante perjudicial para la consola, ya que de hacer algo mal, podría dejar de funcionar. Los hackers dan instrucciones precisas de cómo realizar el pirateo, pero además de truncar la garantía de fábrica, es necesario formatear el sistema y volver a instalarlo de nuevo con ciertas modificaciones creadas por los piratas.
Si se tiene éxito, se podrá almacenar nuevos juegos en la consola, además de los 30 títulos disponibles de inicio, aunque se desconoce cuántos pueden almacenar y se puede llegar a perder los juegos originales. Los hackers han logrado meter 25 juegos más, entre ellos títulos legendarios como Contra o Battletoads, que no pertenecen a la nómina de juegos distribuidos en su día por Nintendo.
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